Escribo desde que tenía 75 años, más
o menos y no escribo para comer. Escribo porque me libero, porque tengo tiempo
y serenidad y sé que no escribo bien………estoy
empezando. Me acompaña todavía la prisa de mis años mozos y por eso no podría con una novela, es muy larga.
Me gusta y eso bastaría aunque ya
empezó a ser necesario para mí y eso es bueno, me desahoga, me relaja y pienso que estoy compartiendo con otros y
tal vez los ayude tal como me paso cuando ya adulto, aprendí a hablar en
público, a compartir. Me obliga a leer, a enterarme de lo malo y de lo bueno y
“gritarle” al mundo ambas cosas………..es un relax y porque no, empieza a ser una adicción. Escojo la hora más cómoda y
extraña, contactando a un público ilimitado……….maravillas de la tecnología
virtual.
Por último, me lo dije hace unos años,
escribo porque me da la gana sin
maltratar a nadie y como alguien añadió….es un ameno vicio solitario.
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