Ayer por lo menos en tres
ocasiones en el cotidiano trajín del día, mire mi reloj y alce la vista
pensando en la cantidad de catástrofes anunciadas, encontrándome con un quieto
y armonioso mundo. Quien no haya hecho
lo mismo es porque no estaba enterado, lo que es muy difícil, o simplemente
porque el inmundo impacto mediático no
lo altero en algo, situación que no la creo.
Lógicamente me estoy refiriendo
al ciudadano globalizado y no al feliz incomunicado,
libre de la podredumbre informática y que vive en su propio mundo, pensando que
el fin es cuando él se va, algo que yo hace muchos años lo incorpore a “mi
itinerario”.
Pues dando por cierto que algo
nos llegó de ese catastrófico final anunciado y especialmente el día de hoy 22
de diciembre del 2012, empecé a mirar los cielos azules y sus imponentes
cúmulos de forma diferente, el tranquilo mar y especialmente el sol con su
implacable brillo y anoche las titilantes estrellas en perfecta armonía y a
donde miraba inclusive a los citadinos dirigiéndose a sus labores………………que
armonía y orden había en la naturaleza y que gracias a ese infeliz
anuncio, me dio la oportunidad de admirar
lo cotidiano y agradecer a ese supremo
hacedor o poder superior o como Ud. llame a esta belleza armónica, que es
nuestro mundo con todos sus desmanes ecológicos..
Algo bueno tenía que salir y sin
más porque sería inacabable, comparto con Uds. este maravilloso video del
planeta que tenemos la suerte de habitar.
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