martes, noviembre 02, 2010

SERA AMOR DE LOBOS?

“No estuvieron comiendo perdices todo el tiempo. Seguro que se enfadaron, que discutieron, que se hirieron. Quizá incluso se enamoraron de otros, y probablemente hubo momentos en los que se odiaron. La convivencia es así. Una larga travesía llena de accidentes. Tal vez sea precisamente esa travesía la que termine uniendo a las personas. Es la construcción de un pasado común, de una vida a dos. Es el recuerdo de los instantes dulces, pero también, y quizá sobre todo, la superación de los malos momentos. Uno sigue amando si insiste en amar, si decide seguir queriendo al otro, si persevera en ello pese a todo…”.
Gran verdad, especialmente esta última reflexión, que ciñe y vincula algo aparentemente tan involuntario como el amor a la decisión, a la determinación: a la voluntad, en definitiva. Y esto no puede menos de traernos a la mente una analogía con la actitud que los grandes espíritus religiosos de todas las tradiciones, épocas y latitudes han llevado a la práctica y enseñado en relación con otra realidad también pretendidamente involuntaria y “etérea” como la fe. Enseñan ellos que querer creer ya es querer, y algo análogo debe suceder -aventuramos- con el amor.
Insistir en amar, decidir seguir amando, perseverar en el amor. ¡Es tanto lo que depende de nosotros! “Y esa vida a veces infernal, pero, cuando menos, vivida en compañía. Como lobos que entrecruzan su aliento en el cubil y que se calientan mutuamente en la helada soledad de un largo invierno”....................No seremos medios lobos?

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