viernes, octubre 08, 2010

SORPRESA

Cuando menos se lo espera, de pronto, ocurre algo que hace tambalear los muros construidos durante muchos años. La situación cambia y nos encontramos inmersos en profundos cambios que nos dan miedo. Lo inesperado produce una felicidad momentánea, pero sincera, de ésas que hacen que tu carácter crezca. Lo inesperado, también, puede producir una tristeza inmensa, de las que agotan tu carácter. Lo inesperado es como el agua, que va filtrándose por doquier, que mana de los lugares más insospechados. Cuando algo
inesperado acontece, todo puede pasar. Pero, quizás, lo más irónico de todo, es que la felicidad es inesperada.
Podemos buscarla durante años sin encontrarla, y sin quererlo, aparece detrás de la esquina, o dentro de un sobre, o en forma de muerte, o de nacimiento. Así, que por qué hemos de preocuparnos por buscarla, no sería mejor intentar ser feliz, y después, ya aparecerá lo inesperado. ¿Y si no viene?...al menos lo intentamos. La felicidad es inesperada, pero intentar ser feliz, es una actitud....... pongámosla en practica.

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